PROHIBIDO CAMBIAR LOS NOMBRES

Frente a los problemas que acucian a la sociedad argentine actual, los que se van agudizando y hasta han llegado a provocar verdaderas conmociones sociales y obsesiones colectivas, sumiendo a la gente en una total angustia existencial, algunas voces se han alzado advirtiendo una luz (aunque tenue, pero luz al fin) que brilla al final del tunel (con perdón de Ernesto Sabato).- La seguridad, la corrupción, la deuda externa ¿cómo solucionar semejantes problemas? ¿Qué se puede encarar en el corto, mediano o largo plazo? Ultimamente se advierte una confianza ciega en... cha chan, cha chan... LA LEY Se proponen leyes para todo. Se ha llegado a plantear el asunto en forma esquemática, de acuerdo a un modelo que parece un flipper. Seria algo así: PROBLEMA: Menores que delinquen SOLUCION: Una ley para bajar la edad de responsabilidad penal. PROBLEMA: Aumentan los asaltos a mano armada. SOLUCIÓN: Una ley para aumentar las penas por portación de armas. PROBLEMA: Un detenido imputado fue excarcelado. SOLUCIÓN: Una ley para suprimir las excarcelaciones. PROBLEMA: Las bandas de delincuentes se comunican por celular. SOLUCION: Una ley que prohiba la venta de celulares. Y todo así. Las sociedades más avanzadas son las que tienen pocas leyes y las respetan, por el contrario las más atrasadas son las que tienen leyes abultadas, meticulosas y casuísticas y se las pasan por el ojete como es el caso argentino, sin ir más lejos. Todo esto mereció una reflexión contenida en el post “Crisis energética argentina...“ de fecha 10 de mayo de 2004. En esta segunda parte, teniendo en cuenta que al Congreso de la Nación se le ha encendido la lamparita y se ha decidido finalmente a laburar tras 20 (veinte) años vergonzosos, sigo sumándome a la moda, y agrego un nuevo proyecto de ley destinado a prohibir los cambios de nombre a calles e instituciones públicas y privadas.- Fundamento: ¿Cómo puede ser que al hospital de niños Pedro Elizalde le sigan diciendo “Ex Casa Cuna”? Propongo una ley para que le devuelvan el nombre “Casa Cuna” y abajo con letra más chiquita “Hospital Pedro Elizalde”.- Porque con todo el respeto que me merece el recordado Dr. Pedro Elizalde, discúlpeme pero el hospital ya tenía nombre. ¿Si todos lo conocíamos por Casa Cuna, y es un hospital de niños? No se podría haber hecho el homenaje en un hospital nuevo? Igualmente con mi propuesta seguiría figurando pero al revés. Casa cuna arriba (sin el ex) y Pedro Elizalde abajo ¿no es más ordenado? Pero lo mismo pasa con las calles V.gr.: Calle “Teodoro Bronzini”, ex calle “Los Andes”. ¿Si ya todos la conocíamos por Los Andes, y hasta está el Supermercado “Los Andes”, y la casa de repuestos “Los Andes”, porqué no se siguió llamando así? Hasta es una falta de respeto homenajear así, de segunda mano, con un cambio de nombre, y además de ello pensemos el papelón que es para el nombre anterior.- Propongo la recuperación de la calle Cangallo (con todo el respeto que me merece el General), como asimismo se recupere inmediatamente la calle Charcas (sin desmedro del gran Don Marcelo). Por eso, frente a cualquier homenaje a próceres, personajes ilustres, etc. Nada de cambiar los nombres y empezar a joder con ex esto y ex lo otro, una sabia ley prohibirá esos desaguisados y nos obligará a esperar pacientemente la inauguración de nuevas calles y nuevos edificios para poder cristalizar, como corresponde, el merecido homenaje que sea menester. He dicho.-

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