CENA DESPEDIDA DEL AÑO: RESERVE SU TARJETA CON ANTICIPACION

Por Gabriel

Anoche estábamos reunidos con un grupo de amigos y cuando nos despedíamos, salió la típica frase de esta época del año: - Che, antes de fin de año nos tenemos que juntar, eh?. Por lo que Alicia, quien conoce los perfiles de los escribas de este blog, sugirió utilizar este tema para un Post.
Es que esta temática tiene tantos condimentos, que sería un pecado dejarlo pasar. Veamos. Para que una despedida de año se precie de tal tiene que tener un grupo de personas reunidos un día de semana (obligatoriamente), dispuestas a gastar su tiempo con otras personas que no le interesan en lo más mínimo, con cara de contentos porque están ahí, con pocos temas de conversación en común, y con ganas de irse lo más temprano posible.
Primero están los del laburo, a los cuales le ves la cara todos los días del año, con la mayoría no te llevás bien, no los invitas a tu cumpleaños, no saben nada de tu vida, no les importás ni te importan, pero eso sí…. la despedida del año se tiene que hacer sí o sí. Por qué? No quiero ir, me tienen repodrido los alcahuetes esos como para, encima, tener que regalarles una noche de mi vida, comiendo -a precios astronómicos- lo que el organizador quiere, hablando de laburo, y haciendo monerías para caerle en gracia al jefe nuevo y que les dé las vacaciones en Enero.
Después están los del fútbol, tenis, golf o lo que sea. Otro embole, donde siempre hay uno que cuenta lo bueno que es jugando, que mejoró mucho la técnica, que esto y que lo otro, cuando todos saben que está ahí porque es el que pone el auto para llevar a todos.
También está la reunión de matrimonios amigos, que es igual a la que se hace cada quince días durante todo el año, pero esta vez es para festejar el fin de año, y por eso hay que hacerla un martes. Cómo resulta, todos los tipos queriéndose ir temprano porque laburan, y todas las minas hablando boludeces hasta las 3 de la mañana.
Últimamente, se está poniendo de moda (según dicen los implicados) la reunión con los padres de los compañeritos de colegio de los hijos. Nada peor, es la típica reunión donde nadie quiere a nadie, todos compiten para ver quién tiene el hijo más inteligente, el que juega mejor al fútbol, el auto más nuevo, y la esposa/o más codiciada de todo el colegio. Generalmente se realiza en el restaurant más caro de la ciudad, porque nadie se atrevería a proponer otro, pero que resulta ser en el que peor se come.
Una infaltable es la cena con los compañeros del secundario. A esa no hay que faltar. Allí encontrarás la felicidad y volverás a tu casa diciendo: - Estoy bastante bien. En esa reunión te enterás que fulano se murió, que mengano se quedó sin laburo porque se comía a la esposa del jefe, que la mayoría están pelados, que la mitad de los que eran casados se separó y vive con una mina veinte años menor que él que le saca guita todo el tiempo, y que el que sospechaban que se robaba los útiles está preso en Batán por un homicidio calificado, entre otras cosas de menor importancia. También, te enterás que la rubiecita que se sentaba adelante, y que siempre le tuviste ganas es un lechón que se casó con Jiménez (el traga del curso) porque nadie le terminó dando bola, que Miranda hablaba, que el que se sentaba con Díaz se llamaba Pellegrino, y que según sus propios dichos, todos tus compañeros son altos ejecutivos de empresas de multinacional, a pesar que viste a algunos vendiendo repasadores a domicilio cuando vos estabas vendiendo pilas y encendedores.
Además, tenés la reunión del club, del grupo de Bariloche, del laburo de tu mujer (porque ellos la hacen con pareja), la del sindicato, la del Club de Pescadores, la del gimnasio, la del partido, la de tus amigos (que es la única a la que realmente tenés ganas de ir), el asado con los del taller, el asado que le prometiste a los albañiles si terminaban antes de Diciembre, etc., etc..
Conclusión: De 21 días hábiles que tiene Diciembre, 15 nos los pasamos cenando con gente que no tenemos ganas de ver salvo alguna excepción en cada una de las despedidas, y para colmo, vamos. No aprendemos más.
Nota: Mariano, encargate de invitar a los lectores a la despedida del año, ya que no pudimos organizar la fiesta de las 10.000 visitas.

0 comentarios: