EL ASADITO

Por Gabriel

El sábado tengo un asado con los pibes. Festejamos que es 10 de Junio o que el domingo es 11 de Junio o que empezò el Mundial, da igual. Es sin hijos, novia, esposa o concubina a rajatabla. Es que no es lo mismo, cuando van las mujeres el asado pierde la mística, pierde el gustito. Paso a explicar:
1) Hay que producirse más. Ya antes de salir tu mujer te empieza a romper las bolas, que esa remera no, que el jean está gastado, que las zapas están sucias y no sé cuántas otras cosas más. Pero es un asado, en un quincho pedorro, no vamos a la presentación de la nueva colección de Versace (aunque creo que no tendría ropa para ir a un lugar así).
2) Dura menos. Porque te perdés toda la previa, la picada y el ceremonial de la prueba de la carne porque tarden en salir ya que se tienen que producir como si fueran a un casamiento. Y porque siempre hay una que se quiere ir temprano, que está cansada, que los pibes, que al otro día no se qué, que se siente mal y que se yo cuantas otras excusas, lo que hace que al instante y como por arte de magia la sobremesa se haya desbaratado y sea una carrera alocada para ver quién llega primero a su casa.
3) Los temas de conversación son acotados. Porque no se puede hablar libremente por más que uno sea un santo libre de todo pecado. No podés hablar de las compañeritas del laburo, de la vecina de oficina, de la empleada nueva de uno de tus amigos, o de la camarera del bar donde nos juntamos siempre. Si se te ocurre hablar de fútbol, siempre hay una que acota, ya están otra vez con el fútbol, no les alcanza con mirar todos los días partidos que un día que salimos también tienen que hablar de fútbol. Y si el tema es la política, siempre hay una desubicada que dice: Vieron que diviiiiina Cristina...qué bien le queda la ropa y qué peinados que se hace. Claro... si es una autoritaria h... de p... no importa.
4) La comida no es la misma. Si originariamente era un asado con ensaladas de papa y huevo, y lechuga y tomate y vino, ahora pasa a ser con un cuartito de pollo, ensalada de rúcula y parmesano con oliva y aceto, gaseosas light y aguas saborizadas.
5) La disposición y predisposición no es la misma. En un asado “only for men” no importa si están colocados los platos o el resto de la vajilla, si alcanza o no, si hay lugar o no, el asado se disfruta igual. En cambio, cuando concurren mujeres, siempre surge el tema de donde me siento, y vos con quien te vas a sentar, o sentate al lado mío porque no conozco mucho a las otras chicas, o a mi no me pusieron tenedor, o que esto está crudo, o que yo quiero un muslo.
6) El ambiente cambia. Si hay un televisor y está prendido, seguro que está en TyC o en Fox Sports o en ESPN, y nadie se ofende si interrumpís la conversación para mostrarles de nuevo a tus amigos el recopilado que hicieron de Ronaldinho. Es más, tus amigos te podrían llegar a cagar a trompadas si vos estás enfrente del tele y no les avisás que lo están pasando otra vez. Si fueran las mujeres olvidate del tele.
7) El regreso a casa es más tranquilo. Seguramente te volvés con un amigo, o llevás a otro y venís charlando de cualquier boludez, y no tenés que soportar reproches encubiertos del tipo: Viste que Martín o le compró un auto a Daniela? O Sabés que Dany gana siete lucas por mes y que la va a llevar a Natalia al glaciar? O No me dijiste nada que Pablito y Silvana se casaban en Diciembre...
En fin... este sábado asado con los pibes. Hasta las 6 no vuelvo, tenemos que discutir la lista de Pekerman, el equipo titular para el 10 contra Costa de Marfil, y los movimientos del mercado de pases para el campeonato que viene (Que vendan al Rolfi...por favor!!!).

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