DESCUBRIENDO LA POLVORA

Por Gonza

Estoy viendo últimamente inventos estrafalarios, que vienen a pisar fuerte y a revolucionar la industria.
Concretamente me refiero a los inventos aplicados a la industria automotriz. “El pendorchito 55” ahorre hasta un 30% de combustible.
Todos desarrollados en la Argentina.
Pero lo que vi hoy colmó mi paciencia “Hidroinyección”, el pendorchito que inyecta agua en el carburador ¡agua! Si, agua. Con la escasez de agua que se viene anunciando, ahora además de hidrocarburos los motores van a consumir agua, y destilada, che.
Los beneficios son innumerables, reducción del consumo de combustible, elimina residuos de carbón, alarga la vida útil del motor ¿y no se oxidarán los cilindros, viejo?
No, para nada. Resulta que ahora con una mínima inversión uno le hace instalar un pequeñísimo pero potente dispositivo al motor de su automóvil, moto o camioneta, sin mayores retoques y obtiene unos beneficios monstruosos.
Pero cuando la limosna es grande, hasta Gonza desconfía.
¿Nadie se puso a pensar que con todos los ingenieros que tiene la industria auomotriz, que mueve millones de dólares en el mundo entero, con lo competitiva que es la industria automotriz, si hubiera una mejora así para los motores, no la incorporarían de fábrica?
Me asaltan las preguntas ¡agente! ¡agente!
¿Habrá más mercaderes inescrupulosos como estos en otras partes del mundo, o son los mismos chantas nuestros de siempre ahora con ropaje de Colin Chapman?

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