ESTALLO EL VERANO

Gabriel

Sí, tal como reza la placa de Crónica TV, estalló el verano, y las esquirlas son toda la manga de pelotudos que andan dando vueltas por Mar del Plata.

Primero pensé que eran una serie de casualidades destinadas a arruinarme la vida durante dos meses, pero analizándolo detenidamente creo que el EMTUR (Ente Municipal de Turismo) está haciendo uso del derecho de admisión y solo permite entrar a veranear a aquellos turistas que hayan hecho el curso denominado “Cómo joder a todo el mundo en 15 días de vacaciones” y yo no me enteré.

Como alguna vez comenté haciendo alusión a un tema similar, vivo en el medio del centro de esta ciudad, por lo tanto, mi vecindario se ve atiborrado de turistas a toda hora que no respetan ni un poquito al resto de los mortales ni sus derechos. Ya hablé de los apurados, de los autos con punchi y cumbia a más no poder, etc. etc., pero a medida que me hago más viejo advierto nuevas dificultades con esta nueva raza.

Primero voy a referirme a los nuevos vecinos que alquilaron el departamento lindero al mío. Inmueble de un ambiente amplio, a la calle, habitado por seis personas de todos las edades, que gritan todo el tiempo, se piden las cosas como si vivieran en una mansión y lo peor es que no trajeron nada. En dos días de convivencia presté, un sacacorchos, un destapador, un despertador y tres envases de cerveza. Yo entiendo que no te entra todo en el auto, pero que se yo.... Conclusión: insoportables. Después voy a referirme a los amantes de la naturaleza que por primera vez vienen a un departamento, a los amantes de la vida al aire libre, a aquellos que tienen una onda más hippie, que están lejos de las grandes urbes, hasta me animo a decir que les debe encantar vivir en carpa porque nunca cierran la puerta del ascensor, pedazos de hijos de p..., o se creen que tengo muchas ganas de bajar o subir por la escalera seis pisos. También he logrado reconocer por estos días a mucha gente que no conocía pero que evidentemente tienen un nivel económico muy importante porque me di cuenta que son los dueños de todo. Están los dueños de la calle, los que estacionan en doble fila una hora, paran en cualquier lado, tocan bocina todo el tiempo, te encaran como talibán a las torres, y encima manejan como la mierda. Están los dueños de la playa, son los que ocupan lugar como para veinte cuando son tres, sacuden la lonita (Ahora que somos chicos Cosmo tendría que haber utilizado la palabra esterilla) a diestra y siniestra, te tiran sus residuos arriba de tus cosas, el Bobby te come tus ojotas y no te piden ni perdón; y finalmente están los dueños de la vereda, que son aquellos que caminan en familia (nunca menos de cinco) a paso de tortuga y no permiten el paso de nadie, llegan a la esquina y –como Lavagna y su equipo- se ponen a deliberar si van para la izquierda, la derecha, siguen para adelante o vuelven sobre sus pasos. Una pesadilla.

Y finalmente, para no aburrir, voy a hacer una mención especial a una labor siempre desconocida, poco y mal remunerada, olvidada por todos los gobiernos de turno, pero que es la base del crecimiento del país, la maestra. Estimada señora que anda por la calle con un tropel de pendejos, si Ud. vino de vacaciones con sus cinco hijos más un amiguito de cada uno, y su marido es un inútil que no la ayuda ni a atarle los cordones al más chico, yo (el que viene caminando detrás suyo, o le sigo en orden de llegada en un comercio, o estoy esperando mi pedido) no tengo la culpa, y no tengo por qué soportar que los diez pibes se pongan de acuerdo sobre qué quieren comer, dónde quieren ir, qué se quieren comprar, si quieren lo primero o lo segundo, si se ponen protector o no, o que obra quieren ver. Es su problema, Ud. eligió tener cinco pibes y después eligió llevar de vacaciones a un amigo de cada uno para que no se aburran, no nos cargue a los demás sus padecimientos veraniegos.Si sigo así creo que voy a enloquecer. Por lo pronto, y para no tener un día de furia, camino por la calle repitiendo: Son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses, son sólo dos meses

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