CONTONEO vs POGO PARCHE: Nueva vieja teoría del baile

GABRIEL

El domingo pasado tuve la oportunidad de concurrir a mi primer fiesta de fin de año de este 2007 que ya nos deja. La ofrecía un cliente que siempre me invita a todos sus eventos, y a los que suelo no faltar dada la calidad del servicio. Una maravilla, 150 personas entre familiares, empleados, directivos, asesores y proveedores disfrutando de una buena copa de espera, entrada, primer plato, plato principal (sí, dos platos), postre, vino, cerveza, gaseosas, agua, champagne, mesa dulce, una paquetería.

Pero como toda fiesta de fin de año que se precie de tal, tenía sorteos varios, un show humorístico-musical y la parte del baile, dance, cachengue o como le quieran llamar. Es en esta parte donde uno descubre los personajes más variados dentro de la fauna de asistentes. Innumerable cantidad de señoritas contoneándose solas al son de la música, dejando entrever sus aptitudes para la danza, y exhibiendo sus menudas ropas pensadas para la ocasión; algún que otro danzarín profesional de esos que se saben todas las coreografías (generalmente medio bala), mucho boludo chamuyando por mensaje de texto, mucho galán de telenovela radial, mucha tímida destapada, mucha calienta pava, muchos mamados, en fin... mucho ladri.

No obstante, todos estos personajes nada tienen que hacer ante dos grupos bien destacados: Por un lado las minas que bailan cumbias diversas, El meneaíto, El baile de la botella y Me gustas mucho de Viejas Locas, tocándose y frotándose entre ellas dando a entender que son muy liberales -pero terminan yéndose solas en un taxi- mientras un público masculino observa absorto, aplaude y les dice a las bailarinas (a esta altura devenidas en los objetos sexuales más codiciados de la fiesta) exabruptos alusivos al espectáculo que están viendo. Por el otro, están los salames que bailan Somos los Piratas de Los Decadentes, todos juntos saltando, pogueando y haciéndose los copados y mirando de reojo a las minas que danzan a su alrededor. La teoría dice que todo aquel que se hace el pirata, jamás hizo nada de lo que dice la famosa canción, al punto que la mujer se cruza de brazos a un costado de la pista, y los mira con cara de "Que pelotudos...". Pero al buen observador, esto le puede ser útil para saber quien realmente es un pirata, ya que el que sí lo es, cuando "tocan" (Esta me la enseñó DJ Deró) este tema, bailan con su mujer como si fuera un tema más tratando de pasar desapercibidos. Conclusión, ni la que se franelea con las amigas es tan trola, ni el que se hace el pirata tuvo alguna vez un parche en el ojo. Es así, todo es cuestión de aparentar...

N de la R: Estimados Piratas lectores, sé que acabo de derrumbar uno de sus secretos más codiciados, pero no olviden que este blog presta un servicio a la comunidad, por lo que no dudo que luego de leer esto, serán de los primeros en saltar a la pista para bailar y hacer pogo con sus amigos al ritmo de "...después del cabaret... nos vamos para el sauna...".

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