RECITALES

Gabriel
Hoy sigo yendo a recitales
Como ustedes habrán podido apreciar personalmente o a través de los medios de comunicación, la ciudad de Mar del Plata tiene el privilegio de recibir durante la temporada de verano a numerosos grupos de rock (léase ruac), solistas y artistas variados, que dan recitales al aire libre de manera gratuita –para el público, no para el que organiza-.
Así tuve la posibilidad de ver a diversas bandas que me gustan, otras más o menos, y otras que no sabía mucho de su existencia o no me gustan pero tocaban antes que otros que sí me gustan. Por lo tanto, antes que empezara el recital (o por momentos durante), o en esos momentos en que tocan las bandas desconocidas o las que no me gustan, me puse a observar el comportamiento del público, que, al ser gratuito es tan diverso como los colores de un muestrario de pintura. Debo confesar que muchas veces me resultó más entretenido observar al público que el recital en sí mismo, pero para que Uds. tengan un idea, les voy a ejemplificar:
Miércoles 6 de Febrero de 2008, 16.20 hs., Parador Arena Beach, 35°C, Recital de Divididos organizado por la Rock & Pop Beach.
Concurrí acompañado de Mariano (sí, el que escribió el post de abajo, amigo de los famosos de segunda) y Martín, nos ubicamos en un lugar con promotoras cerca, despejado de gente y con una buena vista del escenario, que consiguió este último a través de unos manejes que hizo con unos pibes que conocía, y que trabajaban en la organización del evento. Una vez instalados, comenzamos a observar que todos los que estaban a nuestro alrededor conocían a alguien que los hizo entrar, por lo que a pocos de ellos les gustaba la banda realmente. Estábamos detrás de una pequeña tribuna con gente fanática que estaba desde temprano, que cantaba todos los temas, tocaba la guitarra (sin guitarra) y saltaba enfervorizada. Entre ellos había unas señoras grandes (de edad y de tamaño) que habían llevado a sus hijos. Las recitaleras de ocasión se llevaron la sombrilla y la heladerita con sanguches de milanga con mayonesa derretida, jugos Tang para preparar, tomates, frutas, etc. con el solo propósito de ver a la Oreiro que por ahí venía con su marido y poder robarle una foto o una pequeña filmación.. En el medio adelante, la monada agitaba a más no poder y organizaba el pogo de acuerdo al tema que sonaba, sin tener mucha idea de que pasaba, ya que corría el escabio y los chinos a más no poder. Los turistas que estaban en la playa y que se enteraron ese día del recital, fueron todos, llevando su iglú, termo, mate, sillita, reposera, y demás comodidades, las que nunca pudieron disfrutar debido a que habíamos 31.999 almas más ocupando el lugar destinado para el público. Resumen, se clavaron todo el recital cuidando y soportando el peso de sus pertenencias. Grupos de seguidores fieles con sus trapos históricos, respetaban los lugares que suelen tener en todos los recitales a los que asisten y comentaban cuáles eran los temas que seguían, o que iba a hacer o decir el vocalista y líder de la banda, demostrando un conocimiento acabado en la materia. También estaban los fans más exacerbados, que matan por una foto o un autógrafo, estar un metro más adelante, o agarrar la púa o los palillos. Son aquellos que si los llega a tocar alguno de los de la banda, se dan vuelta y le dicen a los amigos llorando: "me tocó boludo...me tocó... no me lavo más". También había gente que no sabía de qué se trataba, pero que atinada y respetuosamente preguntaba de costadito: "Perdón maestro, quién toca?", al mejor estilo del que llega tarde a la cancha y manda: " Cómo van jefe? Recién empezó?" Más atrás, un grupo de chetas bailaba los temas como si fuera una música chill out, sabiendo que todo el mundo las miraba porque estaban buenísimas y nada más. De Divididos solamente los temas que pasan por FM Hit. A nuestra izquierda, había unos pibes con remeras de Zuker y de la Cremafield, que se habían hecho fanáticos de la banda el día anterior. Coreaban las letras a morir, al estilo "eeeito.....eeeeillo......corral". Y tan es así, que cuando pasó Ricardo Mollo (sí, el hermano de Omar) le gritaban: "Buena, Goyo, un fenómeno..." y se la pasaron pidiendo temas de Las Pelotas. Demás está decir que el panorama se completa con patovicas, policías, más promotoras, falsos productores, habladores por teléfono con nadie, vendedores ambulantes, pungas, aprovechadores y estafadores ad hoc.
Todo esto es fruto de una buena política de turismo a nivel local, provincial y nacional, que contribuyó a que tuviéramos una muy buena temporada, con mucho movimiento económico, inversiones importantes, con mucho recambio de turistas... En fin, váyanse no los soporto más.

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