LFC

Mariano

Tengo una tremenda confesión que hacer en este fin de año: yo banco a Los Fabulosos Cadillacs. En estos días tuve un par de conversaciones con gente que se empeñó en defenestrarlos y la verdad que debo reconocer que a mí me gustan. Ya sé que quizás no sea "cool" en círculos culturosos adherir a esta música, o que los roqueros acérrimos renieguen de sus ritmos tropicales, pero me re caben los Cadillacs.
En la primera charla, el gran Mr. E -mecenas del rock "indie" y palabra especializada si la hay- los bastardeó por su versión de "Should I stay or should I go", y recordó con añoranza sus primeros discos, antes del ataque de latinidad, que le gustaban. En la segunda charla, Marcelo -músico profesional y colaborador ocasional de este blog- fue aún más impiadoso y arremetió contra su versión de "Desaparaciones" de Blades. Curiosamente ambos atacaron los covers del grupo y no los temas propios, aunque me consta que odian tanto a unos como a otros.-
Es poco lo que puedo decir ante la palabra de los especialista, salvo que el grupo -con sus altibajos- siempre me gustó y que sus dos últimos discos antes de separarse son de un gran nivel. Quienes leyeron mi post sobre canciones de rock (los 3 q lo leyeron) vieron que metí varios temas de LFC. Ahora los dejo con otra canción de ellos. Pensé en poner alguna rareza, un lento o un tema "experimental" de los que alguna vez hicieron para hacerme el culturoso, pero me decidí por un puro tema Cadillac. El 28 de Enero tocan acá, en MDP y allí estaremos.

2008: AÑO PERDIDO

Gabriel

Llega esta parte del año y los mortales empezamos a realizar los clásicos balances de fin de año. Desde lo personal, lo laboral, lo deportivo, lo sentimental, hasta lo económico, analizamos detenidamente el éxito o el fracaso de nuestros objetivos planteados hace once o doce meses. En mi caso particular, los resultados no son positivos (Esta frase está en los anales del año). No planté un árbol, no escribí un libro y no tuve un hijo. "Pibe, buscate una vida decente" me diría Pappo.

Sin embargo, siempre hay una luz al final del túnel. Esto es, la pasé en términos generales bien, no tuve grandes quilombos, no se me murió nadie muy cercano (Salvo mi vecino del quinto que se ahorcó, pero ese era cercano físicamente. Le tendrían que haber visto las patitas colgando), no me cagué de hambre, me enfermé una vez hace una semana (el aire acondicionado de la furia bordó te mata) y mi hermana dice que voy a tener un sobrino/a para hincharle las pelotas y enseñarle a hacer boludeces.

Cuando leo lo positivo, reflexiono… es medio poco, y me propongo salvar el año en estos 20 días que quedan.

Saco las carpetas de los clientes para ver a quien puedo cobrarle unos mangos. Agua. Agarro la agenda, empiezo a llamar algunas viejas amiguitas para ponerle adrenalina al fin de año. Todas de novia o casadas. Agua.

Reviso los ahorros para planear unas vacaciones, cuento y cuento los tres violetas que me quedan. No alcanza. Agua.

Voy al vivero, intento comprar un árbol para plantar. "Todo vendido por la Navidad, vio maestro" me dice el viverólogo. Agua.

Me siento en la máquina, escribo un pequeño cuento, voy a una editorial, dos, tres. Hasta el año que viene nada, la crisis paró todo. Agua.

No, si es como yo digo, el año está perdido.