EL PULPO NEGRO

Mariano

Ahora que están dando esa versión pedorra de "El hombre que volvió de la muerte" que parece Montecristo, les traigo u videíto de esta miniserie de Narciso Ibañez Menta de 20 años atrás, que mirábamos con Gonza. Una escena con el gran Carnaghi que parece más viejo que ahora. Lástima que no encontré el capítulo donde Narciso entierra vivo al Sr. Mendez, le tira el cheque encima de su cuerpo y le dice (poner voz de ultratumba) "Aquí esta su cheque Sr. Mendez, que muera Ud. bien" o cuando muere él envenado con "Curare!!!" o la escena final cuando explota el auto, afanada de una peli yanqui. Narciso, un grande, esta serie fue lo más bizarro de la tele hasta que apareció el programa del Bambino y Bilardo para el mundial de Alemania

CUMPLEAÑOS ERAN LOS DE ANTES

GABRIEL

Hace tiempo que quería hacer un post sobre este tema. Sucede que cada vez que voy a un cumpleaños me pasa lo mismo, me aburro, no me gusta la comida, me siento incómodo, me quiero ir ni bien llegué, e indefectiblemente me vuelvo puteando y preguntándome para que fui.
Todos los cumpleaños son iguales, y no me refiero a aquellos que impliquen un gran despliegue festejeril (léase cumpleaños de 15, de 40, 50, etc.), sino a los habituales y comunes festejos amistoso-familiares.
Arranca mal cuando llegás y no encontrás un lugar que te seduzca para estacionar en esa cuadra toda oscura.
Sigue con los infaltables saludos a toda la fauna familiar. Padres, suegros, abuelo sordo sentado en un rincón más solo que Kung Fu, cuñados, primos y tíos varios (que no se visitan nunca con el cumpleañero y su familia, pero el día que hay un cumpleaños se aparecen quince con una colonia de 10 mangos, unas medias o un pañuelo y se morfan y se chupan todo lo que hay a mano), etc.. Después, siguen los saludos de rigor a los otros invitados que conociste hace algunos cumpleaños, pero no te acordás el nombre, ni que hacían, ni cuál era su mujer para no meter la pata y decirle alguna barbaridad.
Infaltables dos o tres globos pedorros pegados en algún lugar de la casa, minas que van y vienen a la cocina sin hacer nada productivo, los pibes dando vueltas por todos lados preguntando a qué hora se sopla la velita, los chizitos, papitas, palitos, etc. de entrada (no pueden ser de marca buena, siempre de segunda o tercera marca), y de plato principal las empanadas, sandwichs de miga, pizzetas o pizzas; o bien, hamburguesas o choris, perfectamente regados con gaseosas, cerveza o vino no muy caro.
Si llegás temprano (cosa imposible por tu laburo) más o menos te podés acomodar y pasarla aceptablemente bien, pero si llegás tarde seguro que te toca sentarte al lado del más salame de todo el evento o de la mina más fea de todas, que encima, habla hasta por los codos. Si te toca el embutido, tendrás que escuchar toda la noche sus gloriosas conquistas deportivas, como si fuera el Enzo, Ginóbili, Federer o Tiger Woods según la mentira; femeninas, cual si fuera Mariano Martínez, por mencionar a alguien que come bien; o económicas, alegando sobre el crecimiento de la Tasa Libor por sobre la Bid Rate en Qatar como si fuera el premio Nobel. Además, termina su speech queriéndote participar y diciendo... Che y vos cuánto ganás por mes? Estás haciendo guita... no? Que hijo de p..., ustedes los mecánicos dentales si que la hacen bien, eh...
No obstante, ésta última opción dentro de todo es pasable, el gran problema es si te toca la charlatana al lado. En ese caso tendrás que soportar un constante zumbido en las orejas, donde ocasionalmente escuches que ya no hay hombres, que todos quieren lo mismo (Yo supongo que sí, evitarla de cualquier manera), que tiene todo el ajuar para el casamiento, que no tuvo suerte con sus parejas anteriores, que sus dos últimos novios se fueron con minas más chicas que no sabían ni lavarse la bombacha y que recién iban a 2° o 3° año de la facultad, o bien escucharás al pasar que pilates o los gimnasios no dan resultados, que la dieta de Ravenna es mentira, que Cormillot es un chanta comerciante ya que le dio un régimen alimenticio y no tenía ni bombones, ni chocolates, ni pizzas, ni sandwiches, y que por eso dejó de ir, o probablemente oigas así como quien no quiere la cosa, que hace dos años hizo un viaje en un crucero SOLA y un jeque árabe multimillonario se quiso casar con ella, pero que ella no quiso porque iba a extrañar el perro, y estaba bien en ese trabajo en que la tenían en negro y le pagaban $ 500 por 10 horas de laburo.
Después de esa tortura de dos horas, viene el nunca bien ponderado ritual de: Feliz Cumpleaños, foto y soplada de velitas, con todos los chistes en doble sentido incluidos, y todas las versiones cancionísticas de salutación cumpleañal, tales como Feliz Feliz en tu día, Porque es un buen compañero, Happy Birthday to you y Salute Felicidades.
Conclusión: Un embole los cumpleaños, te perdés lo que mirás en tele habitualmente, , llegás a tu casa tarde, cansado y fastidiado, puteando a los cuatro vientos, y jurando y perjurando que no vas más, sabiendo que la historia volverá a repetirse.

BREVES

Mariano

* Por razones de público conocimiento el grupo “Los Tucu Tucu” se llama desde ahora sólo “Los Tucu”
* Vieron el funeral de Pavarotti? Todos cantaban lírico, hasta los curas. Cuando se muera Julio Bocca van a bailar en el velorio?
* Lo bueno que tiene “El Gen Argentino” es que el que pierde en la votación no sale al otro día en “Intrusos” quejándose del jurado.- Bah, al menos hasta que no pierda Maradona ...

No digan por un país no sé cuánto, por una provincia no sé qué.

Digan cómo.
Digan un plan.
Digan qué idea.
Digan el proyecto.
Digan los pasos.
No digan para terminar con tal cosa, para continuar con tal otra. Digan cómo.
Digan con qué recursos.
Digan con qué criterio.
Digan con qué medidas.
No digan frases vacías. No digan palabras tan generales.
No digan “seguridad” si no dicen cómo.
No digan “educación” si no dicen cómo.
No digan “cambio” si no dicen cómo.
Digan cómo.
Concretamente cómo.
Sinceramente cómo.
Digan las respuestas; las preguntas las conocemos todos.
Digan visiones reveladoras.
Digan algo de los pensadores que leyeron, cuáles rescatan, con cuál disienten.
Digan qué saben de filosofía política, digan qué saben de los problemas de la gente.
Digan qué saben de economía, digan qué recetas ya fallaron y cuáles aún no se han probado.
Digan la historia, las causas.
Digan cómo saben lo que saben.
Digan algo que no haya dicho nadie, algo que no sepamos.
No digan discursos que no dicen cómo.
No digan obviedades.
No digan vaguedades.
No digan sólo los titulares de las cosas. Digan las cosas.
Digan con qué cálculos.
Digan de qué manera.
Digan con qué medios.
Digan por cuál camino.
Digan cómo.
Específicamente cómo.
Técnicamente cómo.
Detalladamente cómo.
Sabiamente cómo.
No digan sólo eslóganes.
No digan por arriba.
No digan “salud” si no dicen cómo.
No digan “vivienda” si no dicen cómo.
No digan “empleo” si no dicen cómo.
No digan lo que ya escuchamos mil veces, lo que ya sabemos de memoria.
Digan una que no sepamos todos.
Digan y sorpréndannos por lo ilustrados, por lo preparados, por lo sensibilizados.
Digan y sorpréndannos por lo creativos, por lo comprometidos, por lo bienintencionados.
Digan lo que quieren hacer, pero digan cómo.
No digan palabras recitadas.
No digan frases hechas por los asesores de imagen.
No digan discursos de cartón. Digan cómo.
Simplemente cómo.
Claramente cómo.
Particularmente cómo.
Responsablemente cómo.
Digan un plan.
Digan qué idea.
Digan el proyecto.
Digan los pasos.
Por cuál camino.
Con qué recursos.
Con qué criterio.
Con qué medidas.
Digan cómo.
Los estamos escuchando.
Mex Urtizberea Diario "La Nacion" 02/09/07