By Mariano En nuestra sociedad de consumo, existen algunos privilegiados que reciben un remuneración extra por sus esfuerzos: la llamada "propina". De esta manera, mozos, acomodadores y botones nos exigen con miradas perentorias que –además del sueldo que les paga su patrón- les demos unos manguitos por el solo hecho de hacer su trabajo. Ignoro que ley divina ha decidido que determinados trabajadores reciban propinas y otros no. Así, en el restaurant al mozo se le deja propina, pero nunca al cocinero; en el hotel se la da al botones, pero no al conserje, etc. ¿Qué comité, sindicato o paritaria decide los rubros que reciben propina?
Tampoco la propina recompensa una tarea que se destaque de lo cotidiano, ya que se la damos a todos los mozos, repartidores, etc. sin importar la calidad de la atención, ni premia los trabajos más complicados (uno no le deja propina al cirujano que le hizo el transplante de riñón ni al abogado que lo salvó de ir a la cárcel).- Luego tenemos las famosas "zonas grises", tipos a los que uno no sabe si darles o no un manguito extra. Así, los empleados de estación de servicio, taxistas y peluqueros ingresan este grupo a los que algunos seres les dan propina y otros no, generando una incómoda diferencia, ya que si uno nos les da, el tipo lo mira con mala cara. Y si les da a todos, la verdad es que uno se siente medio estafado. ¿O no se siente un pelotudo dándole un mango a un ganso sólo porque le puso la manguera en el tanque de nafta? (el ejemplo es literal, no es una metáfora de otro tipo de actividad).- Un tema aparte son los tipos que sólo obtienen propinas, como los cuidacoches, encarnación moderna de las familias mafiosas que vendían protección. Pero ese es un tema que amerita un post especial.- Pero como este blog no se agota en la mera denuncia de nuestros males cotidianos, aquí viene la propuesta concreta: gran acuerdo nacional sobre la regulación de la propina que contemple las actividades que la merecen, las excluidas y las "optativas". O mejor aún, abolición total y absoluta de la propina y su reemplazo por notitas firmadas como la de la maestra. Así, cuando el mozo le trae la cuenta, Ud. le paga el monto exacto de la adición y le agrega con birome: "Te felicito, Carlitos" (previamente averigüe si el mozo se llama Carlitos) o "Debes esmerarte más y no derramar la sopa sobre la camisa de los clientes". A fin de mes, el patrón corrige las notas y le abona un plus a los empleados con buenas notas.- Ya sé, el sistema es medio botón y ortiba, pero con tal de ahorrarme el pesito de propina invento cualquier cosa.-
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