By Gonza He escuchado gente que dice: “A mi no me gusta el cine argentino”, pero ¿cómo van a decir eso? ¡Herejes! ¡Cipayos! Yo digo exactamente lo contrario, si aceptamos el disenso: “El cine que más me gusta es el argentino” y a mucha honra ¡canejo! Lo que no quiere decir que no me haya comido cada garrón de novela. Un ejemplo patente es ese tal Piñeyro que se vende como un fenómeno social, una revelación del arte popular, un verdadero hallazgo, y no es más que pura propaganda, aparato publicitario fuerte puesto a su servicio como pocas veces se ha visto, pero sus productos no son más que unas peliculas rasposas con buen elenco (Tango Feroz, Caballos Salvajes, etc. etc.) verdaderos atentados al arte cinematográfico, que han pasado al olvido olímpicamente. ¿quién va a rescatar esas porquerias? Son productos descartables. ¿ya se vendió? A la basura. Pero de la misma manera que uno putea, llora grita y patalea con los bodriazos del cine vernáculo, paradójicamente puede suceder tambien que se regocije hasta el paroxismo cuando el filme dá en la tecla. La última que vi fue “El Perro” de Carlos Sorin. Es un dechado de talento, de buen gusto, de entretenimiento sano, simple, directo, bien logrado, lo que se dice una verdadera joyita, una perla en el desierto de los lugares comunes, los golpes bajos y las miras cortas. Y esto me trajo a la memoria lo que he disfrutado otras peliculas nacionales, como “Tiempo de Revancha”, “Últimos días de la víctima”, “Plata Dulce”, “Esperando la Carroza”, “La pelicula del Rey”, “100 veces no debo”, “El bonaerense”, “El Asadito” y tantas otras peliculas memorables que me dejaron con una sonrisa de oreja a oreja. Porque es cierto que las peliculas argentinas tienen mil problemas, que se hacen a pulmón, con presupuestos bajísimos, irrisorios, pero no es menos cierto que hablan nuestro idioma, con nuestra forma de ser, de sentir, de vivir. No hay que leer molestos cartelitos ni tampoco es necesario soportar deficientes traducciones donde se pierde el sentido de las frases. Es lo mejor que puede haber que nos hablen de nuestros problemas, de lo que nos pasa a nosotros y esa identificacion se da muy patente cuando la pelicula es buena y pega en el clavo. Yo respeto mucho a los yanquilandia cortando the grass o comiendo sus hot dogs a la bbq del garden. Pero allá ellos. Estamos espiando una cultura que nos es ajena, y el objetivo seria averiguar si nos resultan universales ciertos temas. Los yoni hacen películas buenas, y excelentes también, como se hacen en tantas otras partes del mundo, pero que querés que te diga, me atrae la pelicula hecha acá, en lugares reconocibles donde estuviste o algun dia vas a estar. Una buena pelicula argentina y que me larguen los galgos. Que se yo.
EL CINE ARGENTINO ES EL QUE MÁS ME GUSTA
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A Cara de Perro (que ladra y no muerde)
el día
lunes, septiembre 12, 2005
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