Por Gonza
Tengo ganas de hacer un post de critica de blogs, como Borjamari. De un tiempo a esta parte que estoy chusmeando un poco el panorama y encontre varios blogs colegas buenos y muy buenos también. Hay varios blogs, feministas y en ellos se habla desde su óptica como es lógico (el de Lizette, la Wonder, etc.).
Exprimiendome la croqueta para ver de que diablos escribo para poder hacer un post nuevo, me surgió la brillante idea. Razoné 1° Este es un blog de hombres, entonces ¡vamo’ lo macho, carajo! ¿por qué no hablamos de minas? Ahí caí en la cuenta que ya lo habiamos hecho, pero... ¿se podrá agregar algo más? Y por supuesto (me contesté) como no se va a poder agregar algo más. Revisando un poco los anteriores posts creo que no hemos hablado de las minas subvaluadas, las valuadas en su justa medida y las sobrevaluadas.
La cosa es así: Hace mucho tiempo, ahora no, por supuesto, estoy hablando de hace mucho, en la secundaria, teníamos los varones nuestra galeria y nuestro ranking, era como lo que tambien se llama el “Hall of fame”. En esa sesuda clasificacion, con los años yo fui distinguiendo tres grupos básicos, claramente definidos, a saber: 1° Las valuadas en su justa medida, es decir las minas que integran el top 5 con justa razón. Fulana es lo más y está para algunos en el primer puesto, para otros entre el segundo y el tercero, pero tiene méritos suficientes para considerarla la creme de la creme. Habia consenso en eso y a todos se nos caia la baba parejo, todo bien.
Pero despues estan las sobrevaluadas. ¡Puaaa!!! No sabes lo que es mengana... Y uno se crea una expectativa barbara, las colas de los ratones nos asomaban por las orejas... Por fin un día la podíamos ver, iba a estar allí en vivo y en directo, no era una foto, no era una pantalla de televisión era... Men-ga-ni-ta ¡La Diosa!!! ¿y nos va a mirar ella a nosotros tambien? ¿se tomará la molestia de dirigirnos la palabra aunque sea para decir “hola”? Y por supuesto, cuando la veiamos, veiamos a la decepción hecha mujer. No era fea, pero tampoco era pa’ tanto, sobraba un postre por acá, habia un rollo de 36 por allá y faltaba carne donde tenía que haber carne, un claro ejemplo de mina sobre valuada. Pero uno no podía decir nada. Quedás como un maricon, si no te gusta menganita no entendés nada. Flaco, que querés? Querés que te traiga a la Pampita Ardohain. Uno debía guardarse calladamente su desaprobación y así, con el vergonzoso silencio de uno, la manija de algún desaforado en celo y la complicidad del resto, el mito crecia, y crecía y crecia...
Y después estaban las sub valuadas. Esto se podía fundar en varios motivos, eran pibas que no se arreglaban, o que se juntaban con los/las tragas del curso y esa mala junta las uniformaba para abajo, habia varias razones, pero lo cierto es que eran incluidas sin miramientos en la Anti-cumbre, es decir el grupo de bagayos. Integrado por fulana, mengana, sutana y... Y uno quería decir, no, paren, a mi esa me gusta, está buena. Y quedás como un boludo ¡bagayero! Como te puede gustar el pejerto ese, dejate de joder.... Pero despues las chicas crecian y esa buena semilla que uno habia advertido con su fina intuicion adolescente un dia se compraba una solerita y una minifalda y todo el mundo se sorprendía ¿la viste? ¿a quien? viste a ...? No lo vas a poder creer. Todos desconcertados, menos uno que la venía amando en silencio, y hacia años que tenía ganas de tirarle los anteojos a la mierda y descubrir al mundo la belleza de ese carocito...
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